La gestión documental es una responsabilidad inherente  a cualquier entidad administrativa. Todas sus unidades  y todo el personal de las mismas que crea documentos o expedientes, que los tramita, custodia, conserva o los maneja de cualquier modo como parte de su trabajo habitual tienen responsabilidades sobre ellos que implican el ejercicio de una gestión documental eficiente y segura.

La gestión documental se lleva a cabo mediante una serie de procedimientos específicos, que deben estar suficientemente regulados y ser conocidos por todas estas personas para que, en todo momento la disponibilidad, integridad o la conservación de cualquier documento garantice el normal ejercicio de las funciones de la entidad y la protección tanto de sus intereses como los de terceros y, en general, de toda la ciudadanía.

Las características de la administración electrónica implican una mayor y más detallada regulación y normalización de todos estos procedimientos para poder disponer y conservar permanentemente, de unos auténticos documentos administrativos electrónicos íntegros y fiables con todas las exigencias legales y técnicas obligadas y necesarias